Hoy nos dimos cuenta de que tenemos un problema, alguien nos está vigilando, todos lo sabemos, pero no hemos descubierto dónde está ni quién es. 

En este momento estamos en una reunión para decidir que vamos a hacer con el espía. Muchos opinan que debemos vencerle pronto, otros piensan que debemos mantenernos ocultos y ver como actúa, unos pocos comentan el tenderle una trampa, ningún plan era malo, pero al final decidimos ir a la segura.

Nos juntamos en grupos de 4 y fuimos a atacarle, pero no nos dimos cuenta del tiempo que había durado la reunión y cuando fuimos a actuar él ya se había ido. Sin embargo, había dejado algo, un cabello rosado, eso libró nuestras dudas, el que nos estaba persiguiendo era un unicornio, por fin teníamos algo.

Lo charlamos y nos tomamos unos minutos para decidir ir a su territorio, el bosque de perritos, seguimos en los grupos de 4 y rodeamos el lago donde nuestro informante nos había dicho que iba a comer. 

Esperamos 10 minutos hasta que apareció una cabellera multicolor medio transparente ¿Qué era eso? ¿Dientes afilados?, giramos hacia nuestra experta en unicornios, ella tampoco sabía lo que estaba pasando así que nos reunimos nuevamente cerca al lago, juntando ideas y teorías terminamos determinando que nuestro espía era un, unicornio, vampiro, fantasma, por suerte una de nuestras compañeras era experta en unicornios vampiro y otro compañero sabía mucho de fantasmas, así que combinamos sus conocimientos para rehacer el plan anterior.

Tuvimos que conseguir mallas anti fantasmas y un bozal especializado en unicornios, en una hora ya podíamos iniciar nuevamente con el plan. Con calma y decisión atacamos al unicornio-vampiro-fantasma y lo encerramos en una jaula anti fantasmas.

Por fin podíamos saber la razón de su espionaje, paso al frente uno de nosotros, el mejor detective, le preguntó la razón y le dio un caramelo para convencerlo de hablarnos, él nos dijo que la agencia de magos gigantes le había pedido vigilar a nuestro grupo porque sabían que nosotros ya no ignorábamos su existencia así que estaban pensando en hacerse cargo de nosotros. Estábamos sorprendidos, pero no asustados, decidimos volver para poder planear la caída de la organización de los magos gigantes mañana en la tarde, hasta el momento cada uno pensaría maneras de acabar con ellos y se cuidaría de posibles asaltos.

En ese momento empezaron a sonar nuestros nombres desde las diversas casas, ya había atardecido, así que nos despedimos y entramos cada uno a su casa a cenar.