El arte prerrafaelita nace en Inglaterra en el año 1848, sus artistas buscaban conectar con la naturaleza y el pasado basando su estilo en las técnicas renacentistas, siendo su principal inspiración Rafael Sanzio, artista del cual obtuvieron el nombre.

A este lado podemos apreciar La 'Ofelia' de Millais, una de las obras más reconocidas de este movimiento. Se pueden notar los elementos que habíamos mencionado con anterioridad, por ejemplo la importancia que se le da a la naturaleza y la manera de abordar el realismo siendo un arte detallista en su mayoría.

La Ofelia, de John Everett Millais, 1852

Por este otro lado veremos la “Lady Lilith” una obra pintada por Dante Gabriel Rosetti, artista altamente reconocido en el movimiento. 

Un dato curioso de este movimiento artístico es que uno de los conceptos que tenían estos artistas era que no existía ningún tipo de belleza preconcebida más allá de la que suministra la realidad, por lo tanto el artista lo que debía hacer era reproducir esta realidad sin embellecerla, por esto resaltaban en las pinturas los colores vividos, característica propia que se podría encontrar influenciado por el arte en el quattrocento y tanto las modelos como los escenarios que protagonizaban la pintura.

Lady Lilith, por Dante G. Rossetti

Frente a ustedes podemos observar a “El ángel de la muerte” de Evelyn De Morgan, una artista de dicho movimiento. Se puede notar cierto contraste frente a las obras anteriores, puesto que no todos seguían los mismos lineamientos, algunos, como en este caso, preferían seguir una base griega en vez de una base europea renacentista; por esta razón se nota menos de detalle en el fondo y un más de enfoque en las figuras humanoides.

Ángel de la muerte, por Evelyn De Morgan, 1890

Por último, la pieza más destacada en este museo, la “La dama de Shalott” de John William Waterhouse, con esta pintura como ejemplo les comentaré de la influencia de la figura femenina en el arte prerrafaelista.

Como podemos apreciar la presencia femenina se encuentra en la gran mayoría de las obras, las modelos allí representadas generalmente eran o llegarían a ser esposas de los pintores que las ilustraban. Dicho esto podría pensarse que las mujeres no eran más que musas, sin embargo algunas sí llegaron a aportar al movimiento con obras como es el caso de Evelyn De Morgan, la artista del cuadro anterior, lamentablemente las que lograban pintar cuadros y exponerlos eran mujeres nacidas en familias de una buena posición económica y esposas de artistas que se dedicaban a enseñarles sobre la pintura.

La dama de Shalott, de John William Waterhouse, 1888

Ya estamos por acabar el recorrido, pero deseo que miren con atención a la pintura frente a ustedes, está cuenta con una interesante historia detrás de ella (⚠ Atención historia propia, no real).

Se cuenta que en esos años vivía una joven muy bella en un pueblo cercano a Londres, su cabello anaranjado y su forma de vestir peculiar la hacían un vértice de rumores a los que ella nunca prestaba atención pues le parecía inútil gastar su energía en particulares bobadas.

Por desgracia no tardo en crecer el rumor hasta llegar a puertas de la capilla Bournemouth Oratory, los curas muy preocupados por la seguridad del pueblo decidieron acabar con la supuesta bruja que se rumoraba, había sobrevivido a la cacería siglos atrás.

Esa noche llegaron incendiando pasto y madera a diestra y siniestra, reduciendo la guarida maléfica a cenizas color ónix. Con lo que no contaban era que la bella joven, alertada de antemano por un pretendiente, no estaba en su cabaña, sino que se encontraba remando en el río Damnation, viendo con sus ojos cristalizados como el esfuerzo de toda una vida ardía en llamas vivas.

Esta desgracia llegó al pintor por medio de la bella joven que ahora trabajaba diligente haciendo y vendiendo pan a las afueras de Londres, tratando de sobrevivir sin poder olvidar su antiguo hogar.

Con la historia de La dama de Shalott finalizamos nuestro recorrido, espero que hayan disfrutado de este y que se hayan interesado tanto en el prerrafaelismo como en la pintura en general, el museo “All for a challenge” les agradece su atención y les desea un año lleno de nuevos intereses.