Me levanto y saludo a mi amigo, él me devuelve el saludo al mismo tiempo, como solía hacer, me alejo para entrar al bosque y busco de comer, al fin y al cabo nunca podría tener una conversación con él, era mejor seguir con nuestra pequeña rutina…

Encuentro algo de carne masticada y algunas hojas nutritivas en el camino, reúno lo más que puedo en mis brazos para caminar de vuelta, pongo todo en la orilla del lago y señalo cada cosa para que él elija que quiere comer. Al final decidimos, como casi siempre, comer la mitad cada uno, le doy la comida y lo veo deformándose en ondas y burbujeando con alegría.

Lo miro raro, siempre come tan raro… Yo siento que lo hace para que me ría, y siempre funciona así que nunca le pregunto por qué lo hace, así es nuestra amistad…

Después de comer duermo la siesta, como a veces hago, pero al despertarme nunca encuentro a otro niño jugando con mi amigo, eso también es nuevo, pero no me alegra.

Me acerco y le tocó el hombro para saber quién es, ella me mira sonriendo, le gritó con enojo que es mi amigo con el que ella está jugando.

-¡Solo yo puedo jugar con él!, ¡A él solo le gusta jugar conmigo!

-Awww, ¡yo también quiero jugar!, donde yo vivo no hay estanques, déjame jugar contigo, ¡por favor!

No quiero dejarla jugar, pero cuando me acerco para que mi amigo también se lo niegue me doy cuenta de que mi amigo adoptó su forma, y está mirándome como ella. Me sorprendo mucho, él no se había parecido a nadie que no fuera yo… Así que quería jugar con ella…

Siento que me pican los ojos, y que me duele el pecho, así que me alejo dando pisotones para dejar que la niña juegue con mi amigo, a pesar de que ella insista en llamarme, después de todo si él quería jugar, podía hacerlo sin mi permiso. ¡Hum!

Me siento algo lejos de los dos, en la roca de arriba de mi cueva, veo como la niña hace muecas que yo quiero parar, pero mi amigo las imita, veo como le tira rocas tan fuerte que le debe hacer daño, y quiero gritarle, pero mi amigo hace las mismas ondas y burbujas que indican su felicidad y entonces paro, no podía arruinar su diversión, ¿verdad?

Así que seguí sentado, no mucho tiempo solo hasta el atardecer, deseando que se fuera. Me molesto con enseñarme a herir a mi amigo, pero yo muy orgulloso le dije que no quería nada de ella y me aleje mucho más sin dejar a mi amigo solo, los vigile todo ese tiempo golpeando a mi alrededor a veces.

Pero tanta espera por fin había terminado, ella se estaba yendo en este instante, diciendo que había sido divertido y que volvería alguno de estos días. Yo solo deseo que jamás encuentre el camino de vuelta aquí.

La dejo de ver después de un tiempo, me acuclillo para hablar con mi amigo y le preguntó por primera vez ¿Por qué te ríes con ella y no conmigo?, no me da ninguna respuesta, como siempre, se suponía que ya estaba acostumbrado pero hoy estaba enojado y quería una respuesta.

Me levanto a buscar mi comida, y como solo en la cueva, sin darle nada a él. ¡Si no quería responderme no quería comer!